| Plantean volver al principio del Plan Guayana Socialista |
| Domingo, 27 de Mayo de 2012 | ||
Clavel A. Rangel Jiménez
crangel@correodelcaroni.com
32 mesas de control obrero se han conformado en Sidor y 400 voceros han sido electos por votación directa y secreta. Foto Archivo/Sidor
El documento, redactado en noviembre de 2011 bajo la firma de Plan Guayana Socialista (PGS), propone la elección directa y secreta de los voceros y su vinculación directa con el área de producción sin permisos a tiempo completo. La idea tiene resistencia en las empresas donde, aún sobrevive la estructura de las mesas técnicas de trabajo conformadas en 2009 y legitimadas por el presidente Hugo Chávez en mayo de ese año. Por eso, la reciente elección de voceros en CVG Venalum ha levantado el debate sobre la participación directa de los trabajadores en la gestión. Desde que se implementó el control obrero en 2009, su talón de Aquiles ha sido el método de elección de los voceros que participan en la instancia y que, en la mayoría de las empresas, se constituyeron como grupos paralelos vinculados al patrono sin elección directa y secreta de las bases. Tres años después de implementado el modelo, la palabra Plan Guayana Socialista no está en el discurso de los presidentes de las empresas, tampoco de los ministros. El equipo ministerial que se conformó en 2009 abandonó el seguimiento un año después de conformado. Dos de los presidentes colocados por una supuesta postulación de trabajadores en Venalum y Alcasa fueron destituidos sin participación de las bases y nombrados por el presidente Hugo Chávez. En el caso de Venalum se nombró un presidente encargado que contraviene una de las principales razones de ser del PGS, como lo era la colocación de presidentes sin ninguna meritocracia dentro de la fábrica. La esperada recuperación productiva no se ha concretado y la conformación de las Corporaciones del Hierro y del Acero y la del Aluminio ha quedado en suspenso tras la disolución del Ministerio de Industrias Básicas y Minería. Dos modelos El abandono de la industria y la desarticulación entre el gabinete y los trabajadores da a entender un cambio de señas en la concepción del PGS. El vocero de la subcomisión presidencial del PGS, Julio Romero, señaló que desde que fue nombrado Rafael Gil Barrios como presidente de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) hay intentos de desconocer la instancia. El trabajador de Ferrominera Orinoco (FMO) señaló que ha habido un “desaliento” de parte de la institucionalidad en la transformación hacia las Corporaciones del Hierro y Acero, y la del Aluminio. “Estamos luchando contra una corriente enorme de reformismo o de conservadores que está en todas las empresas y en la CVG. Nosotros creemos que, de alguna manera, el debate está en contra de estas corrientes transformistas que no propician una transformación real, que necesitan las unidades productivas”, expone Romero. Los voceros no dudan del casamiento del presidente Hugo Chávez con el nuevo modelo de gestión. Pero reconoce que en las “estructuras gerenciales, presidenciales y de la CVG hay una corriente que quiere mantener todo intacto, sin ningún tipo de transformación”, de allí que sólo en Venalum y Sidor hayan podido realizar elecciones desde las bases. Romero defendió la Normativa para la elección de voceros y voceras la cual -indica- fue “ampliamente” debatida en el plan de transición y durante tres meses en Sidor. “Suficientemente debatido ha sido ese tema como para considerarlo una brújula para instalar las mesas. Si ellos no lo quieren reconocer, se van a concretar con los trabajadores en esa dinámica”, dijo. Nueva etapa Romero destacó que, la diferencia entre el proceso que inició en 2009 y el de 2012, es que en esta oportunidad se están involucrando a trabajadores con más claridad política y técnica. “Ese acercamiento de ese nuevo sector de trabajadores ha permitido que haya más transparencia y cobre, por supuesto, un nivel de encuentro sin ningún tipo de exclusión, sin etiquetarse de que si tú eres de la oposición o del oficialismo. Es un debate abierto”. Y -reconoció como una debilidad- el escenario de reestructuración que persiste en el Ministerio de Industrias y lo cual no permite comunicación directa con los trabajadores. El partido afuera Los voceros electos y juramentados este viernes confían en que el proceso arrojará algo positivo. Luis Muñoz, con 25 años de experiencia en planta y electo por el área de mantenimiento de colada, señala que zapatero a su zapato: “No podemos caer en los mismos errores del pasado como, por ejemplo, el control obrero donde fueron puestos a dedo (…) Yo me siento orgulloso que de verdad fui electo por los trabajadores y que no fui puesto a dedo por conveniencia política”. Muñoz lamentó la “debacle” de la empresa y considera que este modelo va a permitir que los trabajadores no tengan “vendas” en los ojos con un “disfraz político” que, en su opinión, ha llevado a las empresas a una profundización de la crisis. El vocero de Planta de Carbón, José Bastardo -13 años en la reductora- confía en que el consejo de trabajadores va a velar “porque se hagan las cosas bien y evitar de que haya la política y la corrupción, porque, mientras hay política hay corrupción”, dijo. La meta del Plan Guayana Socialista es, en un plazo no mayor de 34 días, conformar los equipos propulsores en todas las empresas para la elección directa y secreta de todas las vocerías.
Mesa por mesa
En la Siderúrgica del Orinoco se han conformado 32 mesas de control obrero y se han electo a 400 voceros por votación directa y secreta. La gerencia “socialista” considera que la participación directa de los trabajadores ha favorecido en el fortalecimiento y mejora de la producción. |
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