domingo, 2 de diciembre de 2012

Arciniega representa a los trabajadores por el Control Obrero


Mapa sindical para el 16-D es heterogéneo


Clavel A. Rangel Jiménez

Domingo, 02 de Diciembre de 2012.
El liderazgo del presidente Hugo Chávez no ha sido suficiente para alinear al movimiento sindical ante las próximas elecciones de gobernadores y diputados a los consejos legislativos.
Los dos grandes grupos que se cohesionaron en torno a las candidaturas del presidente Hugo Chávez y el abanderado de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Henrique Capriles Radonski, se desdibujan cuando de liderazgos regionales se trata.
Quienes están del lado de la “revolución” se han dividido y en la acera de la oposición, el movimiento sindical no ha logrado seducir a los chavistas que se oponen a Francisco Rangel Gómez, candidato a la reelección por el estado Bolívar, en una sola consigna.
Nuevamente, como en las elecciones presidenciales, la agenda del movimiento sindical ha estado supeditada a la actividad proselitista de la que depende, para un sector, la sobrevivencia de la descentralización en el país y, para otro, el avance de los trabajadores en la organización del poder popular.
De modo que ante los próximos comicios, los maniqueísmos no han surtido efecto entre los trabajadores. Francisco Rangel Gómez (candidato por el Partido Socialista Unido de Venezuela), Andrés Velásquez (Mesa de la Unidad Democrática) y Manuel Arciniegas (Partido Comunista de Venezuela) congregan al ya atomizado movimiento sindical.

FBT - Central de Trabajadores
De los tres grandes bloques, la Central Bolivariana de Trabajadores Socialistas de la Ciudad, el Campo y el Mar ha dado su respaldo al candidato oficialista. Los dirigentes identificados con este grupo son, en su mayoría, dirigentes de la Fuerza Bolivariana de Trabajadores (FBT), de la que fue parte el actual vicepresidente de la república, Nicolás Maduro. Se trata de un brazo político-sindical fuerte que ha manifestado un respaldo incondicional al “candidato de Chávez”.
Dirigentes de este grupo han calificado a otros militantes del PSUV y corrientes de izquierda de traidoras y quinta columnas por desafiar la decisión del primer mandatario al abrazar una candidatura emergente a la Gobernación de Bolívar.
Son, de hecho, el brazo sindical a través del cual el gobierno regional ha conseguido avanzar en sus propósitos de controlar política y económicamente algunas de las empresas.
 
Por el Control Obrero
Entre tanto, trabajadores y dirigentes sindicales, históricamente opuestos a Rangel Gómez, protagonistas de al menos tres comunicados dirigidos al presidente Hugo Chávez, han decidido romper con la línea del PSUV.
Junto al candidato Manuel Arciniega confían en la necesidad de avanzar desde las bases. Votaron y trabajaron por el triunfo de Chávez pero hoy día impulsan la organización popular, reivindicando los principios de ética revolucionaria.
Mas, históricamente, en el estado Bolívar, el “comandante” nunca ha dudado en complacer a Rangel Gómez, quien fuera secretario de la Presidencia en el 2000.
“Yo particularmente no tengo ninguna confusión entre lo que significa la disciplina militante y la subordinación por fe, pues no sólo son diferentes, sino antagónicas. Por eso, no acepto el chantaje ni el maniqueísmo de que a las revolucionarias y revolucionarios que practicamos la autocrítica y la crítica nos llamen indisciplinados”, expresó la trabajadora de CVG Venalum, Yasmín Chaurán en un artículo publicado en www.aporrea.org

Autonomía sindical
En el sector de la oposición, algunos dirigentes sindicales han roto con la estrategia de la Mesa de la Unidad (MUD) al postular a candidatos propios en una plancha denominada Movimiento 100.
Dirigentes sindicales se han postulado a cargos en el Consejo Legislativo Regional en competencia con la MUD, la plancha oficialista y la comunista, como el caso de Henry Arias (secretario general de Sintralcasa) y Manuel Díaz (presidente de Sutrapuval), entre otros.
Pues luego de las elecciones presidenciales, la unidad que giró alrededor de Henrique Capriles Radonski sufrió una fractura y reaparecieron viejas diferencias.
Pese a esto, aún hay consensos como, por ejemplo, la urgencia de retomar al estado para la recuperación de las empresas básicas, la defensa de la libertad sindical, el derecho a la huelga y la contratación colectiva. Son esos grandes hilos los que mantienen aglutinados a los dirigentes sindicales que pregonan la autonomía.
A diferencia de las elecciones presidenciales, donde el movimiento sindical no tuvo capacidad de liderazgo en la conducción del debate, las elecciones a gobernadores han dado espacio a la discusión. Empero, la polarización sigue colocando un techo a la tan nombrada unificación de la clase trabajadora.

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