viernes, 3 de agosto de 2012

PÚBLICO & CONFIDENCIAL/Damián Prat C.
Viernes, 03 de Agosto de 2012
¿Sacrifican a Oliveira
para tapar al gran responsable?

Ayer lo escribí en esta columna. Los asesores brasileños de la campaña electoral de Chávez le recomendaron buscar un “chivo expiatorio” en Guayana y específicamente en Sidor para desviar la atención de la responsabilidad del propio Chávez en el desastre de la planta y en el caso del reiterado engaño a los llamados tercerizados. En realidad, ese truco lo usa Chávez con cierta frecuencia: culpar a sus funcionarios para salvarse él. ¿Recuerdan los sidoristas cuando Chávez destituyó a José Ramón Rivero del Ministerio del Trabajo para hacer creer que este funcionario era el culpable de la conchupancia con la transnacional y evadir asumir su propia responsabilidad? Aquella vez, miles se tragaron el cuento. Como Rivero se quedó callado y cargó “con el muerto”, aceptando ser el que pagara “los platos rotos”, Chávez lo premió luego colocándolo “a dedo” como segundo de diputados en la lista. Porque la verdad es que Rivero ejecutaba órdenes de Chávez en cuanto al contrato colectivo de Sidor.

La estruendosa derrota del gobierno en Ferrominera, sumada a las protestas en Venalum y el masivo reclamo de los tercerizados en Sidor obligaron a Chávez y su Comando Carabobo a suspender la visita presidencial que incluía un acto cerrado en Macagua, un paseo en carroza por Dalla Costa y un mitin en San Félix. Ya no viene en los próximos días. Dicen que van a evaluar si pueden pagar algún pasivo laboral porque el intento de engaño con los 684 millones de los intereses de prestaciones no funcionó. Y solo luego, planificar otra gira.

El relato de varios de los voceros de los tercerizados a varias periodistas es que estando en la reunión con Jaua, llamó Chávez por teléfono y los regañó feo por andar haciendo protestas. Trataba de intimidar. A algunos les pareció incluso grosero. Luego cambió el tono y los trató con amabilidad pero se negó rotundamente a establecer un compromiso sino que “déjenme estudiar eso y en una semana les aviso”. ¿Bipolaridad? ¿O truco estudiado para amedrentar? Les exigió “lealtad” para con él aunque él no la ha tenido con ellos ni con los trabajadores en general.

La versión que circuló desde la mañana era la destitución de Carlos Oliveira de la presidencia de Sidor (el “chivo expiatorio”) y la designación del viceministro Carlos Farías (del mismo grupo del ministro Menéndez y de su hermano el diputado Jesús Farías), pero en la “conversación” con los voceros de los tercerizados, Chávez les habría dicho que el designado como presidente de Sidor sería Rafael Gil Barrios, actual presidente de CVG. Eso significa ampliar los poderes del grupo de Rangel Gómez en Guayana. Un duro golpe al “chavismo de izquierda de base” que sigue excusando a “mi comandante porque lo tienen engañado”.

Lo peor de la presidencia de Oliveira en Sidor, a mi juicio, es haber permitido que Chávez y el gobierno lo ningunearan de la forma que lo hicieron. Lo tuvieron 18 meses atado de manos, sin poder ni mandar a comprar un repuesto porque Chávez jamás le autorizó “firma”. Había que pedir permiso, autorización y dinero hasta para eso a Khan y a Chávez. El enfermizo centralismo hiperburocrático. Era otra forma de agravar la ruina de Sidor. Ahora lo sacrifican para hacer creer que “mi comandante no tiene la culpa de la ruina”. Mírense en ese espejo los que saben la verdad de esta falsa revolución y callan, creyendo que vale la pena o por miedo. O porque creen que “es posible salvar algo de la revolución”.


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